Según informes del Ministerio de Sanidad, se ha determinado que la incidencia de agranulocitosis por Nolotil es sumamente baja, oscilando entre uno y diez casos por millón. Este dato revelador arroja luz sobre la seguridad de este fármaco tan debatido en los últimos tiempos. La agravación de la agranulocitosis es un fenómeno grave que afecta a la producción de ciertos tipos de glóbulos blancos en la sangre, y su relación con el uso de Nolotil ha sido motivo de controversia. Sin embargo, estos hallazgos respaldan la idea de que el riesgo asociado con este medicamento es extremadamente reducido, brindando tranquilidad a la población y a los profesionales de la salud que prescriben esta terapia. Es fundamental seguir monitorizando estos datos para garantizar la seguridad y eficacia de los tratamientos médicos.
Sanidad asegura bajo riesgo de agranulocitosis por metamizol
El Ministerio de Sanidad, tras una reunión con sociedades científicas y entidades de salud pública, ha confirmado que la incidencia de agranulocitosis entre los pacientes que inician tratamiento con metamizol, conocido como Nolotil, es mínima, en el rango de uno a diez casos por millón de personas usuarias. Esta afección grave se produce cuando hay un número muy bajo de granulocitos en la sangre.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ha llevado a cabo una revisión exhaustiva desde 2018, analizando la evolución del consumo de metamizol, los datos de notificación espontánea de casos de agranulocitosis y la literatura científica publicada en ese período. Según el Comité de Seguridad de Medicamentos de Uso Humano de la Aemps, se ha realizado un estudio farmacoepidemiológico que confirma la baja incidencia de agranulocitosis en pacientes tratados con metamizol.
La Aemps concluye que no existen nuevos hallazgos que modifiquen el perfil de riesgo de agranulocitosis ya conocido para el metamizol. Se destaca que la agranulocitosis es una reacción adversa conocida de este principio activo, descrita en su ficha técnica y prospecto, y aunque su frecuencia es muy baja, puede ser una reacción grave que incluso ponga en peligro la vida del paciente.
En la nota informativa de 2018, la Aemps recomendaba a los profesionales sanitarios utilizar metamizol solo en tratamientos de corta duración, a dosis mínimas eficaces, y realizar controles hematológicos periódicos. Además, se aconsejaba evitar su uso en pacientes con factores de riesgo de agranulocitosis y estar alerta ante cualquier signo o síntoma sugestivo de esta afección para interrumpir el tratamiento de inmediato.
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