La misión Artemis II, considerada como un paso fundamental en el camino hacia la exploración lunar, se enfrenta a un obstáculo inesperado. La nave Orion, diseñada para transportar a la tripulación de astronautas hacia la Luna, ha presentado problemas de seguridad que ponen en riesgo la integridad de la misión y la vida de los astronautas a bordo. Estos problemas de seguridad han generado una gran preocupación en la Agencia Espacial Estadounidense (NASA), que ya ha iniciado una investigación exhaustiva para determinar las causas de estos problemas y encontrar soluciones lo antes posible. La tripulación de astronautas seleccionada para la misión Artemis II se encuentra en una situación de incertidumbre, mientras que la NASA lucha por resolver estos problemas y garantizar la seguridad de la misión.
Problemas de seguridad ponen en riesgo la misión Artemis II y su tripulación de astronautas
La NASA continúa con el programa Artemis para llevar humanos a la Luna, pero, a principios de año, dicha agencia espacial tuvo que retrasar las fechas de las misiones Artemis II y Artemis III porque quiere garantizar la seguridad de la tripulación durante los viajes al satélite de la Tierra.
Sin embargo, un informe publicado por la Oficina del Inspector General (OIG) de la NASA señala que, tras evaluar la preparación del lanzamiento de la nave espacial, el inspector George A. Scott encontró anomalías en el rendimiento del escudo térmico de Orion.
Este problema no es ninguna novedad, debido a que apareció después de la misión Artemis I a finales de 2022; pero, sorprendentemente, la NASA restó importancia al asunto, a pesar de que es bastante preocupante porque pondría en peligro a la tripulación de Artemis II.
Problemas en el escudo térmico de Orion
Las anomalías mencionadas están relacionadas con las profundas hendiduras en el escudo térmico de Orión, los componentes de software, los pernos de separación y la distribución de energía.
El problema más importante tiene que ver con el escudo térmico de Orion, ya que, durante el reingreso a través de la atmósfera de la Tierra, la nave espacial viajó a velocidades que alcanzaron 39.590 kilómetros por hora y el escudo térmico soportó temperaturas superiores a 2.760 grados Celsius.
Por consiguiente, dicho escudo terminó desprendiéndose durante su reentrada. Partes de la capa de carbón se desgastaron de manera diferente a lo que los ingenieros de la NASA predijeron, agrietando y rompiendo la nave espacial en fragmentos que crearon un rastro de escombros en lugar de derretirse como fue diseñado, señala el informe.
El inspector agrega que este rendimiento del escudo térmico crea un riesgo considerable, debido a que no puede proteger a los sistemas y la tripulación de la cápsula del calor extremo del reingreso en futuras misiones.
La NASA trabaja para resolver el problema
No obstante, la NASA ya está trabajando para resolver el problema, ya sea reemplazando los componentes del escudo térmico o alterando la trayectoria de reentrada de Orión.
Además, el informe revela que los pernos de separación crearon una brecha que condujo a mayor calentamiento, sin embargo, la NASA ya ha mitigado el problema al realizar modificaciones en el diseño.
Por otro lado, el problema de distribución de energía fue causada por la radiación, pero la agencia está desarrollando cambios de software para la misión Artemis II.
Aunque la NASA enfrenta estos desafíos, sigue trabajando para garantizar la seguridad de la tripulación y lograr el éxito en la misión Artemis II.
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