La Unión Europea ha tomado una decisión trascendental al permitir el uso de sustancias químicas tóxicas únicamente en aquellos casos en los que no exista otra alternativa viable. Esta medida, que busca proteger la salud de los ciudadanos y el medio ambiente, establece un precedente importante en la regulación de productos químicos en la región. La Unión Europea ha hecho hincapié en la necesidad de priorizar la seguridad y la sostenibilidad en el uso de estas sustancias, lo que representa un cambio significativo en las políticas de la Unión en materia de medio ambiente. Esta decisión refleja el compromiso de la Unión Europea con la protección del entorno y la salud de sus ciudadanos, sentando las bases para un futuro más seguro y sostenible.
La Unión Europea restringe el uso de sustancias químicas tóxicas a casos imprescindibles
En la Unión Europea, solo se podrán usar sustancias químicas tóxicas si no hay alternativa y su empleo es decisivo para la sociedad. Así lo ha establecido Bruselas en una comunicación emitida este lunes por parte de la Comisión Europea sobre el empleo de este tipo de químicos en territorio comunitario.
Para Bruselas, las sustancias químicas más nocivas son aquellas que causan cáncer, mutaciones genéticas, afectan el sistema reproductivo o endocrino, o son persistentes y bioacumulativas; sustancias químicas que afectan los sistemas inmunológico, neurológico o respiratorio; y sustancias químicas tóxicas para un órgano específico. Estos criterios ya estaban contemplados en la Estrategia de Sustancias Químicas para la Sostenibilidad, publicada en el año 2020.
El concepto de usos esenciales ayuda a evaluar cuándo está justificado, desde el punto de vista de la sociedad, utilizar las sustancias más nocivas. Según Bruselas, En los casos en que el uso sea necesario para la salud y/o la seguridad, y/o sea crítico para el funcionamiento de la sociedad, y si no existen alternativas aceptables, esta sustancia puede seguir utilizándose para ese fin durante un determinado periodo de tiempo.
La UE busca lograr una mayor eficacia y previsibilidad reglamentarias para las autoridades, los inversores y la industria con vistas a una eliminación más rápida de las sustancias más nocivas en usos no esenciales, al tiempo que se deja más tiempo para la eliminación progresiva de los usos que son esenciales para la sociedad. Esta medida también pretende dirigir y priorizar las inversiones en productos químicos innovadores y sostenibles, según lo indica la Comisión Europea en su comunicado.
Bruselas establece normas para el uso de sustancias químicas nocivas en la UE
Para los usos considerados esenciales para la sociedad, el concepto puede dar a las empresas la certeza de que las sustancias utilizadas en aplicaciones críticas -sobre todo para la transición ecológica y digital, pero también para la seguridad y la defensa- pueden seguir utilizándose hasta que se disponga de alternativas. Además, puede ofrecer incentivos en el marco de regímenes voluntarios, como la financiación sostenible y la investigación y la innovación, promoviendo y facilitando el cambio hacia productos y métodos más seguros y sostenibles.
Con el objetivo de apoyar la transición hacia sustancias químicas seguras y sostenibles, la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) y la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos (ECHA) han publicado un marco de indicadores para evaluar los motores y el impacto de la contaminación química. A pesar de que la transición avanza en algunos ámbitos, en otros apenas está comenzando. La evaluación comparativa realizada destaca la necesidad de seguir trabajando para reducir el impacto de las sustancias nocivas en la salud humana y el medio ambiente, ofreciendo recomendaciones para futuras acciones.
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