- La Universidad Politécnica de Valencia crea un edificio innovador inspirado en la cola de un lagarto para prevenir colapsos catastróficos y proteger la vida humana
- La Universidad Politécnica de Valencia crea un edificio ultrarresistente inspirado en la cola de un lagarto
- Un diseño de edificios ultrarresistentes
- Un método para controlar el orden de los fallos
- Un sistema para evitar el derrumbe de edificios
- Un coste prácticamente nulo
- Aplicación en edificios de nueva construcción
- Un beneficio neto muy elevado
La Universidad Politécnica de Valencia crea un edificio innovador inspirado en la cola de un lagarto para prevenir colapsos catastróficos y proteger la vida humana
En un avance científico sin precedentes, la Universidad Politécnica de Valencia ha diseñado y construido un edificio innovador que revoluciona la arquitectura moderna. Inspirado en la cola de un lagarto, este proyecto pionero busca prevenir colapsos catastróficos y proteger la vida humana en entornos urbanos. La estructura, diseñada para resistir terremotos y desastres naturales, se convierte en un modelo para la construcción sostenible y segura del futuro.
La Universidad Politécnica de Valencia crea un edificio ultrarresistente inspirado en la cola de un lagarto
Un equipo de investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) ha desarrollado un innovador sistema para prevenir colapsos catastróficos en edificios, inspirado en la capacidad que tienen los lagartos de aislar un problema y de desprenderse de su cola para zafarse de los depredadores.
Este sistema, que ha sido publicado en la revista Nature, permite aislar el fallo inicial de un edificio y evitar su propagación por un efecto dominó, lo que podría evitar catástrofes como las ocurridas en varios lugares del mundo.
Un diseño de edificios ultrarresistentes
Los investigadores plantean la construcción de edificios ultrarresistentes, capaces de aguantar situaciones extremas causadas por desastres naturales (riadas, inundaciones o deslizamiento de laderas), explosiones, su propio envejecimiento o por un mantenimiento y conservación inadecuados.
El sistema propuesto añade al diseño de la estructura de los edificios una última línea de defensa que evitaría los colapsos catastróficos.
Un método para controlar el orden de los fallos
El ingeniero e investigador de la UPV, José Miguel Adam, explica que la estrategia que han desarrollado se puede implementar utilizando técnicas y materiales que ya se utilizan habitualmente en la construcción (hormigón y acero).
El método consiste en controlar el orden de los fallos en el sistema estructural y garantizar que los elementos críticos (las columnas) no fallen antes que las vigas, lo que permitiría limitar el fallo a solo una pequeña parte del edificio.
Un sistema para evitar el derrumbe de edificios
El nuevo sistema proporciona una solución para superar la limitación de los métodos actuales, que pueden aumentar el riesgo de colapso progresivo de un edificio tras fallos más grandes.
El método se ha verificado en un ensayo sobre un edificio a escala real, y se ha demostrado que puede aislar el colapso a la parte de la estructura que ha sufrido el fallo inicial, salvaguardando el resto del edificio.
Un coste prácticamente nulo
El coste de implementar este sistema sería prácticamente nulo, ya que utiliza detalles constructivos y materiales convencionales.
El científico Andri Setiawan, miembro del equipo, asegura que la implementación del método repercutirá levemente, o incluso de forma despreciable, en el coste de la estructura.
Aplicación en edificios de nueva construcción
El nuevo diseño de estos investigadores se podría aplicar a prácticamente cualquier edificio de nueva construcción, ya que su eficacia ha sido verificada y demostrada para edificios con estructura prefabricada de hormigón.
Actualmente, el equipo trabaja en la aplicación de la metodología a edificios ejecutados con hormigón in situ y a edificios con estructura de acero.
Un beneficio neto muy elevado
José Miguel Adam ha observado que aunque el coste sea muy bajo, el beneficio esperado será muy alto, ya que al hacer un estudio coste-beneficio donde se analiza la probabilidad de fallo de un edificio y sus consecuencias (pérdidas humanas, económicas o medioambientales) el beneficio neto es muy elevado.
Este nuevo sistema es una técnica muy fácil de replicar y no requiere un cambio en los conocimientos y estudios de arquitectura ni de ingeniería.
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