En un sorprendente giro de eventos, las monjas del convento de Belorado, en la provincia de Burgos, tomaron la drástica decisión de llamar a la Guardia Civil para solicitar la intervención de las autoridades en un caso sin precedentes. La razón detrás de esta llamada urgente fue la inesperada visita de una comitiva enviada por la Santa Sede, que llegó al convento sin previo aviso. Las monjas, sintiéndose invasivas y desrespetadas, tomaron la iniciativa de pedir ayuda a las autoridades para que echaran a la comitiva y restablecieran la paz en su comunidad.
Las Clarisas de Belorado Rechazan la Comitiva de la Santa Sede
Las monjas clarisas del convento de Belorado y Orduña (Burgos) han sorprendido a la opinión pública al anunciar su decisión de abandonar la Iglesia de Roma debido a la persecución que aseguran sufrir. Sin embargo, el jueves pasado, la situación se complicó cuando una comitiva enviada por la Santa Sede se personó en el convento, pero fue rechazada por las monjas.
Según informó el Arzobispado de Burgos, la comitiva estaba integrada por la secretaria de la Federación de Clarisas Nuestra Señora de Aránzazu, Sor Carmen Ruiz; el apoderado del Comisario Pontificio, Don Rodrigo Sáiz; y el notario del Tribunal Eclesiástico, Don Carlos Azcona. Su objetivo era establecer una línea de diálogo de interlocución con las monjas, así como comunicarles las facultades jurídicas que le competen sobre la administración de los monasterios.
La Reacción de las Monjas
Tras ser atendidos por Sor Belén en el torno y después por Sor Sión en el locutorio, la exabadesa del convento, Sor Isabel, transmitió a través de Sor Belén que, excepto la notario, los demás no eran bien recibidos en el monasterio y que deberían abandonarlo, requiriendo la presencia de una patrulla de la Guardia Civil en caso de negarse.
La notario, María Rosario Garrido, fue invitada a entrar en otra estancia interior y allí hizo entrega de los requerimientos pertinentes, tanto civiles como canónicos, mientras los demás miembros de la comitiva esperaban fuera del monasterio.
La Intervención de la Guardia Civil
En ese momento se personó una patrulla de la Guardia Civil que indicó que se practicarían diligencias a prevención y que se entrevistaría con las religiosas. Don Rodrigo abandonó el monasterio tras hablar con los agentes.
La Reacción del Arzobispado de Burgos
Tras estos hechos, el Arzobispado de Burgos denunció que estos hechos pueden interpretarse como gestos de hostilidad que manifiestan la nula intención de la comunidad de establecer cualquier diálogo con la persona designada por la Santa Sede y su equipo.
No obstante, el Arzobispado hizo hincapié en que el Comisario Pontificio mantiene su voluntad de tender puentes y de encontrar vías adecuadas para alcanzar una solución.
En este sentido, la exabadesa del convento de Belorado ha decidido querellarse contra el arzobispo de Burgos.
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