Según un reciente estudio, titulado Las secuelas del ictus empeoran la calidad de vida de las mujeres, se ha evidenciado que las consecuencias de esta enfermedad cerebrovascular tienen un impacto significativo en el bienestar de las mujeres. Investigadores han observado que las mujeres que sufren un ictus presentan una calidad de vida más deteriorada en comparación con los hombres en la misma situación. Este hallazgo pone de manifiesto la necesidad de brindar una atención especializada y enfocada en las necesidades específicas de las mujeres que han padecido un ictus. La investigación resalta la importancia de implementar medidas preventivas y terapéuticas que contribuyan a mejorar la recuperación y calidad de vida de las pacientes afectadas por esta patología.
- Las mujeres sufren peores secuelas tras un ictus, afectando su calidad de vida
- Dolores de espalda y contracturas, secuelas comunes en mujeres tras un ictus
- Impacto en la calidad de vida de las mujeres tras un ictus
- Otras secuelas y riesgos en mujeres tras un ictus
- Importancia de la atención temprana y el tratamiento
Las mujeres sufren peores secuelas tras un ictus, afectando su calidad de vida
Según la Federación Española del Ictus (FEI), en España se produce un ictus cada seis minutos, afectando al 25% de la población a lo largo de la vida. Sin embargo, las mujeres experimentan las consecuencias más graves. Este accidente cerebrovascular es la principal causa de muerte en mujeres y deja secuelas más severas en comparación con los hombres, según la Sociedad Española de Neurología (SEN).
Dolores de espalda y contracturas, secuelas comunes en mujeres tras un ictus
Los dolores de espalda y las contracturas son secuelas habituales después de un ictus, afectando especialmente a las mujeres. El 40% de las personas que sufren un ictus presentan músculos tensos y rígidos, lo que requiere tratamiento especializado en rehabilitación y medicina física para mejorar la discapacidad resultante.
Impacto en la calidad de vida de las mujeres tras un ictus
Estudios han confirmado que las mujeres experimentan una peor calidad de vida a largo plazo después de un ictus, especialmente en movilidad y realización de actividades cotidianas. Factores como la edad, la gravedad del ictus, la dependencia y la depresión influyen en esta situación, según la doctora Judith Sánchez-Raya de la SERMEF.
Otras secuelas y riesgos en mujeres tras un ictus
Además de la rigidez muscular, las mujeres pueden experimentar otras secuelas como dolor neuropático, deformidades articulares, contracturas musculares, dolores de espalda y problemas en las articulaciones. Estas complicaciones aumentan las posibilidades de discapacidad, dependencia y depresión, afectando significativamente su calidad de vida.
Importancia de la atención temprana y el tratamiento
La fatiga, menos conocida pero relevante, puede ser un predictor de muerte tras un ictus, especialmente en mujeres. Es esencial prestar atención a este síntoma y a posibles signos de depresión, que afectan hasta al 33% de las personas afectadas. Actuar rápidamente con un tratamiento adecuado puede minimizar las secuelas y mejorar la calidad de vida de las mujeres tras sufrir un ictus.
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