En un contexto laboral cada vez más inestable, 2,5 millones de trabajadores se encuentran atrapados en una situación de pobreza y precariedad debido al aumento de empleos temporales y parciales. Esta situación, lejos de ser una excepción, se ha convertido en la norma en muchos sectores laborales. La inestabilidad laboral y la falta de protección social han llevado a estos trabajadores a vivir en una situación de incertidumbre permanente, sin saber si podrán mantener sus empleos o no. Esta realidad es especialmente preocupante en un país donde la desigualdad económica ya es un problema estructural.
La precariedad laboral condena a 2,5 millones de trabajadores a la pobreza
Contar con un empleo no te libra de ser pobre. Un 32% de las personas que carecían de los recursos para cubrir las necesidades básicas tenían un puesto de trabajo en 2023. La duración y la intensidad de las jornadas laborales, así como la estabilidad en el empleo, son lo que más condiciona su nivel de ingresos.
Según el último informe sobre el estado de la pobreza en España de la European Anti Poverty Network, la tasa de pobreza entre la población ocupada (11,9%) fue superior a la de desempleo al cierre del año pasado (11,7%). Esto significa que cerca de 2,5 millones de empleados se encuentran en esta situación, con ingresos un 22,1% inferiores a los que necesitarían tener para dejar atrás la pobreza.
La brecha de ingresos
La mediana de sus rentas tendría que aumentar 2.423 euros anuales o, lo que es lo mismo, unos 200 euros al mes. En términos porcentuales, esta brecha de ingresos se encuentra en su nivel más bajo desde 2008. Fue en 2015 cuando esta diferencia fue más amplia (31,7%) pero en 2021 volvió a rebasar el 28%, según el análisis elaborado por la red europea.
El salario mínimo
El estudio también hace mención de la intensa subida del salario mínimo (SMI) registrada desde el año 2018 (del 48% para 2023). Sin embargo, en la década que transcurrió desde 2008 hasta esa primera cifra solo se había incrementado en 136 euros brutos al mes. Otro informe publicado esta semana por la OCDE también se refiere a estos incrementos como una herramienta útil que ha servido para elevar los salarios bajos, recortar la desigualdad entre sueldos y reducir la pobreza laboral.
Tipos de contrato
El análisis de las tasas de pobreza entre la población empleada según el tipo de contrato muestra correlación con la temporalidad y el tipo de jornada. El 17,9% de las personas que tienen un contrato temporal se encuentran en situación de pobreza, mientras que esta proporción se sitúa en el 7,8% en el caso de los contratos fijos.
Las tasas de pobreza entre quienes tienen contrato fijo presentan desde el año 2008 cierta estabilidad si se compara con quienes tienen contratos eventuales, cuyos valores oscilan más y llegan a superar el 25% en los peores años de la Gran Recesión y durante la crisis de la covid-19.
Características de los trabajadores pobres
La renta media de los hogares con trabajadores pobres era de 7.705 euros brutos al año, mientras que el umbral de pobreza estaba fijado en 10.990 euros (el 60% de la mediana del país). Hay 890.000 personas que, pese a tener un empleo, se encuentran en situación de pobreza severa (40% de la mediana) y viven con una renta inferior a los 4.521 euros anuales.
Dentro de este colectivo, hay más hombres (12,4%) que mujeres (11,3%) aunque la diferencia es pequeña. También hay una mayor concentración en los jóvenes (12,9%) que en el resto de grupos de edad. El hecho de que haya menores en la unidad de convivencia es el más determinante sobre todo en las familias monoparentales, donde el 38% son pobres a pesar de contar con un empleo remunerado.
El factor de la nacionalidad también se traduce en importantes diferencias, ya que mientras que 'solo' el 9,9% de los ocupados españoles son pobres, el porcentaje asciende al 19% entre los trabajadores con origen en otros países miembros y supera el 32% en el caso de provenir de regiones extracomunitarias.
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