La noticia que conmocionó a la opinión pública ha dado un nuevo capítulo en el sistema judicial español. Los padres de Laia, la menor que fue torturada hasta la muerte en Zaragoza, han visto ratificada la prisión permanente revisable como condena por tan atroz crimen. Esta decisión, tomada por el Tribunal Supremo, refleja la gravedad de los hechos y la necesidad de garantizar la justicia y protección de los más vulnerables en nuestra sociedad. La sentencia reafirma el compromiso del sistema judicial en castigar con la máxima severidad los actos de violencia contra menores, enviando un mensaje contundente a aquellos que atentan contra la integridad y la vida de los más indefensos. Es un recordatorio de que la ley ampara y defiende a los más vulnerables y que la justicia no tolerará actos tan aberrantes como el que le costó la vida a Laia.
Ratificada prisión permanente para padres de Laia, la menor torturada en Zaragoza
El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ha ratificado la condena a prisión permanente revisable impuesta a una pareja por el asesinato de su hija Laia, de 2 años, a la que torturaron en el domicilio familiar en Zaragoza hasta causarle la muerte.
En respuesta al recurso de las defensas de la madre y del padrastro de la niña, los magistrados de la Sala de lo Civil y Penal del TSJA han argumentado que el veredicto emitido por el jurado popular ha declarado probada la culpabilidad de los dos acusados, sin contradicciones ni errores en la valoración de la prueba.
Respecto a las alegaciones de la defensa del padrastro en relación a una supuesta falta de motivación e incongruencia en los razonamientos del jurado, el tribunal ha señalado que el veredicto declara probado que ambos condenados golpearon a su hija indefensa con intención de causarle la muerte.
También ha sido probado que retrasaron el aviso a los servicios médicos y siguieron maltratándola durante las 48 horas previas a la muerte.
Los magistrados han rechazado también la alegación hecha por la defensa de la madre de Laia por el que se deben considerar los hechos como un delito imprudente cometido por omisión. Han denegado también las razones esgrimidas por el letrado al impugnar la aplicación de las agravantes de alevosía, ensañamiento y parentesco.
El tribunal ha afirmado que la muerte de la menor se debió a la conjunción de dos actuaciones dolosas de los acusados: por una parte, golpear sistemáticamente a la menor hasta el punto de causarle una grave lesión, y por otra, privarle de asistencia médica para tratarla, determinando de esta forma su fallecimiento.
La muerte de Laia se produjo la noche del 21 de marzo de 2021, después de que los servicios sanitarios de emergencia acudieran a la vivienda y certificaran su fallecimiento, sin poder hacer ya nada para salvar su vida.
Los forenses que comparecieron en el juicio relataron que la menor sufrió una muerte agónica y dolorosa, que se prolongó durante horas a causa de las lesiones que sufrió mientras era golpeada de forma violenta y repetida.
Otros testigos, entre otros los policías que intervinieron en el caso y dos vecinos de los acusados, aseguraron que estaban convencidos de que la pequeña ya estaba muerta antes de llamar al servicio de emergencias del 112.
Deja una respuesta