En el hogar, hay objetos que pueden parecer inofensivos, pero que en realidad albergan un ejército de bacterias y microorganismos que pueden afectar nuestra salud. La higiene en el hogar es fundamental para prevenir enfermedades y mantener un entorno saludable. Sin embargo, hay un objeto en particular que suele pasar desapercibido y que es el mayor foco de bacterias en tu casa. No es el inodoro ni el fregadero, como podrías pensar, sino que se trata de un objeto que utilizamos a diario y que requiere una limpieza frecuente para evitar la propagación de gérmenes.
La higiene en el hogar: un arma contra la propagación de bacterias
La presencia de virus y bacterias nos suelen preocupar más por su procedencia externa, es decir, por algo ajeno a nuestros cuerpos y nuestros hogares. Pero lo cierto es que las infecciones y las enfermedades se contraen también en nuestra casa: todo dependerá del nivel de higiene que logremos sin olvidar ninguna habitación de la misma.
El fregadero y el inodoro, criaderos de bacterias
El fregadero y el inodoro son espacios con los que se identifican las bacterias: contienen residuos de alimentos y desechos orgánicos. Dentro del fregadero, la bayeta y el estropajo son dos de los elementos que aglutinan una mayor cantidad de bacterias. Pese a que esta alerta es de sobra conocida, un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) apuntó que hasta en el 90% de casos estudiados la higiene era deficiente e ineficaz: las bacterias los habían colonizado aunque los usuarios pensaban que estaban limpios.
El baño, un espacio crítico
El baño, y concretamente el inodoro, también se conciben como depositorios lógicos de bacterias. En este sentido, hay que tener una alerta especial a la hora de utilizar elementos de limpieza distintos a los de la cocina y por supuesto guardar con ellos las mismas directrices estrictas de higiene.
El dormitorio, un espacio olvidado
El problema es que una vez que tanto la cocina como el baño están chequeados como espacios más proclives a estos microorganismos, nos olvidamos de otro habitáculo en el que se pueden acumular millones de bacterias: el dormitorio.
La almohada, un reservorio natural de bacterias
El cuerpo humano posee bacterias llamadas patogénicas, que causan enfermedades, y otras necesarias y muy presentes, por ejemplo, en nuestros sistema digestivo con la función esencial de garantizar que su mecanismo funcione adecuadamente. Desde el National Human Genome Research Institute apuntan que el cuerpo humano contiene más 10 veces más células bacterianas que células humanas.
Un estudio encargado por una marca norteamericana de colchones ha señalado a la almohada como el objeto de la casa con una carga bacteriana más que notable. Comparándola con el inodoro, la funda de almohada puede acumular hasta 17.400 veces más de estos microorganismos, o lo que es lo mismo, hasta tres millones de bacterias.
Consecuencias de la mala higiene
Es por tanto clave mantener una higiene adecuada no solo de las almohadas sino de la ropa de cama en general, incluido el colchón, ya que todas las fundas son un depósito natural de bacterias patógenas. Hablamos por ejemplo de la llamada Staphylococcus aureus, bacteria que se encuentra en la piel y en la nariz y que sin una limpieza adecuada de la ropa del dormitorio puede llegar a provocar afecciones dermatológicas, enfermedades del tracto urinario e incluso neumonía o bacteriemia (infección del torrente sanguíneo).
Consejos para una higiene mínima
Para prevenir estas infecciones bacterianas lo recomendable es lavar la ropa de cama una vez por semana a una temperatura de entre 55 y 65 grados y, si es posible, secarlas a la intemperie porque el sol mata estos microorganismos. La almohada necesita una limpieza concienzuda al menos cada tres meses: las de plumas pueden ser limpiadas en la tintorería mientras que la sintética es posible introducirla en la lavadora, también a 60 grados y con el centrifugado correspondiente.
Recuerda que la higiene en el hogar es fundamental para prevenir la propagación de bacterias y evitar enfermedades. ¡No te olvides de revisar y limpiar regularmente todos los espacios de tu hogar!
Fuentes:
OCU (2019, 30 de agosto). Estropajos y bayetas: limpio no equivale a libre de bacterias. https://www.ocu.org/vivienda-y-energia/equipamiento-hogar/consejos/bayetas-estropajos-higiene
NIH (2014, 12 de mayo). Bacteria. https://www.genome.gov/es/genetics-glossary/Bacteria
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