Países Bajos revierte decisión de reducir los límites de velocidad al no encontrar impacto en la contaminación
En un giro inesperado, las autoridades de Países Bajos han decidido dar marcha atrás en su política de reducción de límites de velocidad en carreteras, ante la sorprendente revelación de que dichas medidas no han tenido el impacto esperado en la contaminación ambiental. Este cambio de rumbo, basado en un estudio exhaustivo, pone en entredicho las estrategias previamente implementadas para combatir la emisión de gases nocivos en el país. La decisión de mantener los límites de velocidad actuales no solo representa un cambio significativo en la política medioambiental neerlandesa, sino que también despierta cuestionamientos sobre la efectividad de las medidas adoptadas en otros países para abordar la crisis climática a nivel global.
Países Bajos considera revertir límite de velocidad tras escaso impacto en contaminación
Países Bajos está evaluando la posibilidad de revertir la norma que redujo la velocidad máxima en sus autopistas, luego de constatar que la medida no ha tenido un impacto significativo en la reducción de las emisiones contaminantes.
Un estudio reciente reveló que la reducción de los límites de velocidad en Países Bajos apenas ha tenido efecto en las emisiones, a pesar de la implementación de la medida.
La velocidad máxima en las autopistas neerlandesas se redujo de 130 km/h a 100 km/h en el año 2019, como respuesta a una orden judicial que instaba al gobierno a disminuir la contaminación del aire para cumplir con los objetivos de cero emisiones de la Unión Europea.
Este límite de velocidad de 100 km/h, que solo se aplica en determinados horarios, logró reducir las emisiones de nitrógeno en un 0,2% como máximo, según el estudio realizado.
Los principales partidos políticos neerlandeses están buscando llegar a un acuerdo de coalición después de las elecciones generales, donde Geert Wilders resultó victorioso en octubre.
El primer ministro en funciones, Mark Rutte, incluso criticó la medida de reducción de velocidad impuesta hace cuatro años por presión de los tribunales de la UE, colocando a Países Bajos junto a Chipre con las velocidades más bajas de la UE.
A pesar de las medidas implementadas, Países Bajos continúa generando más emisiones de nitrógeno per cápita que el promedio de la Unión Europea, lo que ha generado una crisis en el país.
Esta crisis ha afectado la construcción de nuevos proyectos y ha llevado al gobierno a proponer la adquisición obligatoria de granjas para reducir las emisiones de nitrógeno.
Además, se han implementado medidas como cambios en la alimentación del ganado para reducir los niveles de amoníaco en la orina, sustancia que contiene nitrógeno y que contribuye a las emisiones contaminantes.
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