¿Tengo derecho a cobrar el paro si dejo mi trabajo? Conoce los cuatro casos en que es posible

En el mercado laboral, una de las preguntas más frecuentes entre los trabajadores es si tienen derecho a cobrar el paro en caso de abandonar su trabajo. La respuesta no es siempre clara, ya que existen ciertas circunstancias que permiten acceder a esta prestación. En este sentido, es fundamental conocer los cuatro casos específicos en que es posible cobrar el paro después de dejar un empleo. A continuación, se presentarán las condiciones necesarias para que los trabajadores puedan recibir esta ayuda económica en momentos de necesidad. ¡Descubre cuándo puedes cobrar el paro si dejas tu trabajo!

¿Tengo derecho a cobrar el paro si dejo mi trabajo?

Es una duda común entre los trabajadores que no están contentos con sus condiciones laborales. Según un estudio de Infojobs, un 16% de los españoles se plantea dejar su empleo, y el salario más alto es el principal motivo, seguido de reducir el estrés laboral y trabajar en un proyecto más motivador.

Antes de tomar la decisión, es importante tener en cuenta las condiciones y requisitos para solicitar la prestación por desempleo. En general, si dejas tu trabajo de forma voluntaria, no tienes derecho a cobrar el paro. El sistema de protección por desempleo está diseñado para cubrir a quienes no tienen empleo porque no encuentran trabajo, no para aquellos que tienen un empleo y prefieren dejarlo para cobrar el paro.

Cuatro excepciones a la norma

Existen cuatro situaciones en las que es posible dejar el trabajo voluntariamente y cobrar el paro. Estas excepciones se relacionan con cambios en las condiciones laborales o mala praxis por parte de la empresa.

Según la Ley del Estatuto de los Trabajadores, los trabajadores que abandonen de forma voluntaria su trabajo tendrán derecho al paro en los siguientes supuestos:

• Cambios sustanciales en las condiciones laborales que menoscaben la dignidad del trabajador, como cambios en la jornada, horario, salario, sistema de remuneración, o función que no se adapte a su titulación o grupo profesional.
• Movilidad geográfica que incluya la necesidad de cambiar de residencia.
• Retrasos continuados en el pago del salario o cuando la empresa deja de pagar el sueldo al trabajador.
• Incumplimiento grave de obligaciones por parte del empresario, salvo en casos de fuerza mayor.

En estos casos, el trabajador tendrá derecho al paro aunque sea él quien se marche de la empresa, ya que el SEPE entiende que el empleado no quería dejar la empresa, sino que la compañía le ha obligado a hacerlo.

La trampa de no superar el período de prueba

Algunos trabajadores intentan saltarse la normativa cambiando de trabajo y no superando el período de prueba. Sin embargo, el SEPE persigue este tipo de movimientos y para poder cobrar el paro tras cambiar de trabajo, es necesario permanecer por lo menos tres meses en la empresa.

Además, si se deja la empresa por voluntad propia, no se tiene derecho a indemnización por despido, aunque sí se tiene derecho a cobrar el finiquito, que incluye los salarios pendientes, vacaciones no disfrutadas y comisiones por objetivos.

Es importante tener en cuenta estas condiciones y requisitos para solicitar la prestación por desempleo y evitar sorpresas desagradables.