En un gesto conmovedor y lleno de afecto, el rey Carlos III ha decidido sorprender a su nieto, Guillermo, y su hijo menor con un regalo emocionante en honor a su difunto nieto, Harry. Esta acción del monarca británico ha generado gran expectación y curiosidad entre los seguidores de la familia real. Según fuentes cercanas al palacio, el regalo es un reconocimiento a la memoria de Harry y un gesto de apoyo a su familia en momentos difíciles. En las próximas líneas, descubriremos qué es lo que el rey Carlos III ha decidido ofrecer a su nieto y su hijo menor en esta emotiva ocasión.
El Rey Carlos III entrega título de Coronel en Jefe del Cuerpo Aéreo del Ejército a Guillermo en lugar de Harry
Tras recibir el alta en su tratamiento contra el cáncer, el Rey Carlos III ha retomado su agenda con normalidad. Uno de sus últimos actos oficiales ha sido entregar a su hijo, el príncipe Guillermo, el título de Coronel en Jefe del Cuerpo Aéreo del Ejército.
Este título, que durante varias décadas ostentó el propio Rey Carlos III, ha sido entregado a su hijo mayor en una base aérea de Hampshire. Según la prensa británica, este acto ha supuesto un nuevo golpe y un desaire para su hijo menor, Harry.
Un cargo originalmente destinado a Harry, este título era originalmente para el duque de Sussex, antes del Megxit en 2020, cuando renunció a su condición de miembro activo de la monarquía. La cesión del título a Guillermo ha generado un gran impacto en la familia real y en la opinión pública.
Según el análisis del excorresponsal real de la BBC, Michael Cole, el Rey Carlos III ha demostrado con este acto que el hijo pródigo no es bienvenido, al menos no por el momento. Cole explica que esto es un nuevo golpe para Harry, y que las acciones tienen consecuencias, pero rara vez se desarrollan de forma tan cruda como aquí.
La entrega del título de Coronel en Jefe del Cuerpo Aéreo del Ejército a Guillermo en lugar de Harry ha generado un gran debate en la opinión pública y en los círculos de la familia real. Se especula que este acto puede ser visto como una forma de distanciamiento del Rey Carlos III hacia su hijo menor.
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