Un británico residente en Tenerife ha salido al paso de la polémica generada por una cadena de televisión británica al afirmar que los canarios no están en contra del turismo. En declaraciones exclusivas, el residente expuso que la comunidad canaria valora y aprecia la industria turística como motor económico de la región. Asimismo, destacó que el respeto mutuo entre turistas y residentes es fundamental para mantener un equilibrio sostenible en la isla. Ante la propagación de informaciones erróneas, este británico residente ha querido hacer hincapié en que la convivencia pacífica es la norma en Tenerife y que la relación con los visitantes es de acogida y hospitalidad.
Británico residente en Tenerife defiende la sostenibilidad turística de la isla
En los últimos días, los medios de comunicación de Alemania y Reino Unido se han hecho eco de las protestas de Tenerife contra el turismo masivo. Entre ellos, se encuentra el programa Good Morning Britain, en cuyo espacio han abordado las consecuencias económicas que pueden tener sobre la isla.
Los presentadores en el programa de ITV han sembrado la duda en el reportero enviado a las islas, quien defiende que los turistas son, en general, muy bienvenidos. Sin embargo, el corresponsal aclara que hay un sentimiento en la isla de que está crujiendo bajo la presión de un turismo de masas. Las pintadas de turistas a vuestra casa que han aparecido en las últimas semanas se explican como una forma de presión al Gobierno.
En este punto, los presentadores han conectado en directo con Brian Harrison, un británico que lleva más de tres décadas residiendo en Tenerife, al que desde el espacio definen como un expatriado que lidera hoy la lucha contra el turismo. Según él, el problema no es la gente que viene a la isla, sino el volumen excesivo de turistas. Harrison destaca que el aumento exponencial de visitantes ha hecho la situación insostenible para una isla con espacio limitado.
Harrison aclara que los turistas son bienvenidos, pero es necesario que el Gobierno tome medidas para limitar el turismo y hacerlo más sostenible. Señala la necesidad de evitar el sufrimiento que el turismo masivo está causando a la isla y sus habitantes.
Ante la observación de que limitar el turismo podría afectar a la isla en su conjunto, Harrison destaca que no hay un modelo económico que demuestre un impacto negativo al aumentar la calidad del turismo y limitar la cantidad. Ejemplifica con destinos como Mallorca y Barcelona, que aplican impuestos turísticos sin impacto negativo.
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