La noticia sobre la banda de tráfico de bebés que extorsionaba a madres solteras y vendió a un recién nacido por 130 euros ha conmocionado a la opinión pública. Este aberrante suceso pone de manifiesto la vulnerabilidad de ciertos sectores de la sociedad frente a la delincuencia organizada. Las autoridades han expresado su repudio ante este tipo de actividades ilícitas que atentan contra los derechos fundamentales de los seres más indefensos, los niños. Es imperativo que se tomen medidas contundentes para combatir el tráfico de bebés y garantizar la protección de las madres solteras y sus hijos. La sociedad en su conjunto debe rechazar rotundamente este tipo de prácticas criminales que vulneran la dignidad humana.
Red de tráfico de bebés extorsionaba a madres solteras vendiendo recién nacidos
Una red de tráfico de bebés conformada por 34 individuos está siendo juzgada en un tribunal de la ciudad de Fez, Marruecos. Entre los acusados se encuentran profesionales de la salud, tales como médicos y enfermeros de varios hospitales de la ciudad. La presunta líder de la organización, una mujer de 63 años apodada Bentoto, junto a miembros de su familia, personal médico y administrativo de hospitales, se dedicaba a la venta de bebés, realización de abortos ilegales, robo de equipos médicos y emisión de certificados falsos.
Juzgan a banda que vendió un bebé por 130 euros en Marruecos
La red llegó a vender a un recién nacido por 1.500 dirhams (130 euros), según un informe policial. Los acusados enfrentan cargos como tráfico de personas, robo y venta de medicamentos y equipos médicos públicos, usurpación de la profesión médica, aborto clandestino, chantaje, falsificación de documentos médicos, entre otros delitos. La organización operaba con la complicidad de guardias de seguridad de tres hospitales públicos en Fez, quienes extorsionaban a embarazadas solteras para convencerlas de vender a sus bebés aprovechando la ilegalidad de ser madre no casada en Marruecos.
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La presunta cabecilla de la red reconocía haber contactado con guardias de seguridad de hospitales para obtener madres solteras dispuestas a vender a sus hijos, falsificar partidas de nacimiento y vender medicamentos prohibidos para abortar. La Policía también atribuye a los acusados complicidad en la emisión de certificados médicos falsos, corrupción y otros delitos relacionados con la explotación de servicios públicos de salud en Marruecos.
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