Una cierva salvaje se hace amiga de un furtivo en Asturias

Una cierva salvaje se hace amiga de un furtivo en Asturias

En un insólito suceso en la región de Asturias, una cierva salvaje ha sorprendido a todos al establecer una inusual amistad con un furtivo. Este hecho, que ha generado gran asombro entre los habitantes locales, ha sido catalogado como un acontecimiento sin precedentes en la vida silvestre de la zona. La singular relación entre la cierva y el furtivo ha despertado la curiosidad de expertos en fauna, quienes se encuentran investigando a fondo este extraordinario fenómeno. La historia, que ha trascendido las fronteras de la región, plantea interrogantes sobre la naturaleza de la interacción entre especies, así como sobre la posibilidad de establecer vínculos inesperados en el mundo animal.

Inesperada amistad entre furtivo y cierva salvaje en Asturias

Las personas y los animales pueden llegar a crear vínculos muy especiales entre ellos y, aunque parezca una historia sacada de Disney, Aladino y Bambi son una muestra de ello. Esta cierva salvaje, que el hombre recogió en el monte cuando apenas era una cervatilla, acude cada día a su restaurante para visitarle.

La historia de su amistad comenzó hace doce años cuando Aladino Montes, hostelero en un restaurante de la Sierra de Peñamayor, en el concejo de Nava, recogió a la cervatilla del monte para cuidarla. En aquel momento, el animal tenía tan solo unos días y estaba solo y desamparado porque su madre había fallecido. Desde entonces, el hostelero asturiano le alimentó con un biberón hasta que se hizo mayor.

Aladino bautizó a la cervatilla con el nombre de Bambi porque tenía unas manchas muy parecidas a las del ciervo del famoso cuento y ahora, aunque es una cierva salvaje y vive en libertad, todos los días se acerca hasta el restaurante para hacerle compañía. Además, admite que practicaba el furtivismo para comer, pero que desde que tiene a Bambi prefiere morirse él que matar a un venado. Asimismo, le ha pintado unas rayas en el pelaje para que todos los cazadores de la zona no la maten por equivocación.