- Tasa de ejecuciones capitales alcanza récord en 8 años, aunque disminuye el número de países que aplican la pena de muerte.
- Ejecuciones globales: Irán y China lideran la lista, pero número de países que aplican la pena de muerte disminuye
- Irán, el país con más ejecuciones
- China, el principal ejecutor del mundo
- Estados Unidos, un aumento en las ejecuciones
- Disminuye el número de países que aplican la pena de muerte
Tasa de ejecuciones capitales alcanza récord en 8 años, aunque disminuye el número de países que aplican la pena de muerte.
En un inquietante informe difundido recientemente, se revela que la tasa de ejecuciones capitales ha alcanzado un récord en 8 años, lo que supone un aumento significativo en la aplicación de la pena de muerte en todo el mundo. Sin embargo, paradójicamente, el número de países que aplican la pena de muerte ha disminuido en comparación con años anteriores. Esta contradictoria tendencia ha generado un gran debate en la comunidad internacional, que cuestiona la efectividad y la moralidad de esta forma de castigo. En este artículo, exploraremos las cifras y las tendencias detrás de esta noticia y analizaremos las implicaciones que tiene para la sociedad en general.
Ejecuciones globales: Irán y China lideran la lista, pero número de países que aplican la pena de muerte disminuye
La aplicación de la pena de muerte no cesa de crecer. En 2023, fueron ejecutadas al menos 1.153 personas en todo el mundo, lo que representa un aumento del 30% en relación con 2022, según un informe de Amnistía Internacional. Esta cifra es la más alta registrada por la ONG desde 2015.
Irán, el país con más ejecuciones
Irán es el país que más ejecuciones llevó a cabo en 2023, con al menos 853 personas ejecutadas, lo que representa un aumento del 48% respecto de las 576 de 2022. Al menos 24 de ellas eran mujeres y 5 eran menores de edad en el momento del delito. Además, se registró un número desproporcionado de ejecuciones de miembros de la minoría étnica baluchi de Irán, que constituyó el 20% de las penas de muerte registradas.
Las autoridades de Irán intensificaron el uso de la pena de muerte para infundir temor en la población y aumentar su control sobre el poder, según Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional. Las autoridades de este país mostraron un total desprecio por la vida humana y aumentaron las ejecuciones por delitos de drogas, lo que puso de relieve el impacto discriminatorio de la pena de muerte en las comunidades más marginadas y empobrecidas de Irán.
China, el principal ejecutor del mundo
China sigue siendo el principal ejecutor del mundo, aunque no se conocen las cifras exactas debido a que se considera un secreto de Estado. Se cree que se han llevado a cabo miles de ejecuciones en China, así como en Vietnam y Corea del Norte.
Estados Unidos, un aumento en las ejecuciones
En Estados Unidos, las ejecuciones aumentaron, pasando de 18 a 24. Los avances pierden fuerza, asegura Amnistía. Además, algunos estados como Idaho y Tennessee presentaron proyectos de ley para que las ejecuciones fueran realizadas por fusilamiento, mientras que Montana estudió la ampliación de las sustancias que se emplean en la inyección letal.
Un determinado número de estados de Estados Unidos mostró una escalofriante adhesión a la pena de muerte, así como su despiadada intención de invertir recursos en arrebatar vidas humanas, según Callamard. El presidente Biden debe dejar de aplazar el cumplimiento de su promesa de abolir la pena de muerte federal.
Disminuye el número de países que aplican la pena de muerte
En 2023 se documentaron ejecuciones en 16 países, el número más bajo registrado por la ONG. No se registraron ejecuciones en Bielorrusia, Japón, Myanmar y Sudán del Sur, países que sí habían aplicado la pena capital en 2022.
La pena de muerte en Europa: Bielorrusia sigue siendo el único país de Europa que recurre a la pena capital y en 2023 condenó a una persona a muerte. Rusia sigue manteniendo una moratoria de las ejecuciones.
La pena de muerte en cifras: En 2023 se utilizaron los siguientes métodos de ejecución: decapitación, ahorcamiento, inyección letal y muerte por arma de fuego. Se impusieron al menos 2.428 nuevas condenas a muerte en 52 países, frente a al menos 2.016 en 52 países en 2022. Según Amnistía Internacional, eso supone un aumento del 20%. La ONG registró conmutaciones o indultos de la pena capital en 27 países. Globalmente, al concluir 2023, había al menos 27.687 personas condenadas a muerte.
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