El corazón de Europa late con la complejidad mecánica de sus relojes astronómicos
En Chequia, un país fascinante donde la historia, la naturaleza y la gastronomía van siempre de la mano, no podrían faltar los relojes que pusieron hora a las crónicas del país. Obras de arte que fusionan belleza y precisión, estos relojes astronómicos son el ayer y el hoy de un país minuto a minuto.
El Orloj de Praga, un símbolo de la ciudad
En el antiguo Ayuntamiento de la Ciudad Vieja de Praga se encuentra el reloj astronómico más antiguo, el más fotografiado y el más complejo del mundo. Una obra maestra de la ingeniería medieval. Muestra la posición del Sol y la Luna, los meses del año, los signos del Zodiaco, los días de la semana. Además, incluye el sistema de numeración babilónico, el santoral y las figuras de los doce apóstoles que desfilan cada hora. A ambos lados, la Muerte, la Avaricia, la Vanidad y la Lujuria.
Otros relojes astronómicos de Chequia
En Olomouc, la preciosa ciudad de Moravia, había un reloj astronómico del siglo XV, pero fue destrozado en la Segunda Guerra Mundial y se restauró en la época comunista. La originalidad es que ahora los protagonistas de este gran reloj y mosaico son obreros, deportistas, científicos y campesinos como manera de honrar los logros del comunismo y un homenaje al trabajo.
En Brno, la bellísima ciudad al sur de Olomouc, se instaló en 2010 un reloj con forma de gigantesca bala en recuerdo al asedio sueco que sufrió la ciudad en el siglo XVII. Suena todos los días a las 11 de la mañana, hora en la que una canica aparece por una de las tres hendiduras que tiene en la parte inferior.
En Zatec, una ciudad ubicada en Bohemia del Norte, se encuentra el Museo del Lúpulo con un reloj astronómico que muestra las labores que se hacen mes a mes con el lúpulo, cultivo vinculado a la zona desde hace más de 700 años.
En Ostrava, la Ciudad de los Teatros, se dedicó en 2011 un reloj astronómico a los cuentos de hadas junto al Teatro de Marionetas. Al ritmo de una alegre melodía, seis figuras talladas en madera bailan cada hora.
En Zasova, localidad situada a una hora al sur de Ostrava, se encuentra un reloj de madera dedicado a los niños, que abre sus ventanas a las 10, a las 15 y a las 18 horas para mostrar personajes de cuentos infantiles checos e internacionales.
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