¿Cuál consume más energía, la freidora de aire o la vitrocerámica? La potencia y el tiempo de cocción revelan la respuesta.

¿Cuál consume más energía, la freidora de aire o la vitrocerámica? Un estudio reciente ha puesto a prueba la eficiencia energética de estos dos electrodomésticos comunes en nuestras cocinas. La clave para determinar cuál de ellos es más eficiente radica en la potencia y el tiempo de cocción. Resultados sorprendentes muestran que, a pesar de las apariencias, la freidora de aire puede ser más ahorrativa que la vitrocerámica en ciertas circunstancias. Este hallazgo desafía la percepción convencional sobre el consumo energético de estos dispositivos y plantea nuevas perspectivas sobre cómo optimizar el uso de la energía en nuestras actividades culinarias diarias.

¿Freidora de aire o vitrocerámica? Descubre cuál consume menos energía cocinando

La freidora de aire es un electrodoméstico que ahorra calorías al cocinar, y dinero.

Cualquier medida que tomemos para ajustar nuestra factura de la luz siempre nos va a aliviar al final del mes o cuando llegue el momento de pagarla. El ahorro energético se ha convertido en una de nuestras prioridades y es una característica que siempre consideramos al invertir en grandes electrodomésticos o en otras pequeñas adquisiciones que, no obstante, también incurren en este gasto. Y no es de extrañar cuando a diario se usan algunos electrodomésticos a los que les asociamos un consumo energético elevado.

Ahorro energético: ¿Es más eficiente la freidora de aire o la vitrocerámica?

Nuestro 'top' 15 de pequeños electrodomésticos indispensables en la cocina. La vitrocerámica, por ejemplo, es uno de esos que encendemos prácticamente todos los días para preparar comidas, por lo que es inevitable que gaste energía. Otro de los aparatos al que le hemos dado un uso rutinario y que puede haber sustituido al anterior es la freidora de aire, un dispositivo al que le hemos aprendido a sacar el máximo partido y en el que ahora preparamos alimentos que antes cocinábamos en el primero.

En el caso del horno, quedó demostrado tras nuestro análisis que resultaba más económica al tratarse de una versión reducida de este. En el caso de la vitrocerámica, la diferencia de consumo es menos notable, puesto que, si esta consume entre 1.200 y 2.500 watios, las airfryers parten de los 700 y alcanzan los 2.000 en el caso de los modelos más grandes. Sin embargo, la respuesta depende del tiempo de elaboración de cada alimento, aunque, en la mayoría de casos, la potencia necesaria para prepararlos siempre será menor en el pequeño electrodoméstico.

Por ello, podemos concluir que merece la pena apostar por este dispositivo culinario que podemos comprar por 80 euros si, por ejemplo, nos decantamos por el modelo Cecofry Bombastick 600 Full, de Cecotec, que, además, nos ayuda a disfrutar de elaboraciones más saludables.

Además de por el ahorro que supone su compra a corto plazo y la escasa inversión económica que hay que hacer para comprarla, esta airfryer es una buena opción, renovada y moderna, que nos resultará fácil de manejar. A través de una pantalla digital de control táctil, se puede seleccionar alguno de los 12 modos preconfigurados que establecen el tiempo y la temperatura necesarios para cocinar distintos tipos de alimentos, desde patatas fritas a alitas de pollo.

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