En un esfuerzo por prevenir la expansión de la enfermedad en la comunidad, el Ministerio de Sanidad de Madrid ha lanzado una iniciativa para analizar la transmisión de la leishmaniasis, una enfermedad causada por un parásito que se transmite a través del mosquito Phlebotomus, un vector clave en la propagación de esta afección. Para abordar este problema de salud pública, los expertos también estudiarán a los reservorios naturales de la enfermedad, como liebres y conejos, que pueden ser portadores del parásito y contribuir a su dispersión. Esta investigación es crucial para identificar y controlar los factores que contribuyen a la transmisión de la leishmaniasis y proteger la salud de la población.
- Análisis de vectores y reservorios para prevenir expansión de la leishmaniasis
- Madrid llevará a cabo estudio para conocer impacto de la leishmaniasis en la región
- El Ministerio de Sanidad analizará transmisión de la leishmaniasis en la Comunidad de Madrid
- Estudio en Madrid busca conocer tasas de infección de leishmaniasis en liebres y conejos
Análisis de vectores y reservorios para prevenir expansión de la leishmaniasis
La Comunidad de Madrid llevará a cabo un nuevo estudio en la región para conocer el impacto de la leishmaniasis, una enfermedad de origen animal que se transmite al ser humano, tras el brote que afectó al suroeste de la región en 2010, uno de los mayores registrados en Europa.
Madrid llevará a cabo estudio para conocer impacto de la leishmaniasis en la región
Para ello, se realizarán análisis de los vectores -flebótomo o mosquito de la arena- y de los reservorios silvestres -liebres y conejos- dentro del plan de vigilancia y control de este conjunto de enfermedades. Se trata de una enfermedad producida por un parásito del género 'Leishmania', que se transmite por la picadura de un mosquito infectado por el parásito, el flebótomo o mosca de la arena.
El Ministerio de Sanidad analizará transmisión de la leishmaniasis en la Comunidad de Madrid
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año se producen 1,3 millones de nuevos casos y entre 20.000 y 30.000 defunciones, a pesar de que solo una pequeña parte de las personas infectadas por 'Leishmania' acaban padeciendo la enfermedad.
Estudio en Madrid busca conocer tasas de infección de leishmaniasis en liebres y conejos
La región vivió un brote de leishmaniasis en algunos municipios del suroeste de la región y desde que se produjeron los primeros casos en el año 2010 ha habido un aumento importante del número de casos en zonas como Fuenlabrada, Leganés, Humanes de Madrid y Getafe, aunque actualmente los casos están en retroceso.
Según los datos aportados por la Consejería de Sanidad, desde entonces y hasta la fecha se han reportado cerca de 800 casos humanos, de los que alrededor del 40% han sido casos viscerales, la forma más grave y que puede llegar a ser mortal en el 90% de los casos si no se trata a tiempo.
En lo que llevamos de año, hasta la semana 17 (del 22 al 28 de abril), se han registrado seis casos de leishmaniasis en la región, frente a los 24 contabilizados en el mismo período del año anterior, con una incidencia baja (un índice epidémico de 0,25), según los últimos datos del informe epidemiológico semanal de la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid.
La Comunidad de Madrid ha publicado recientemente la licitación de un contrato para la toma de muestras y realización de las correspondientes pruebas analíticas tanto del vector (flebotomo) como de los reservorios silvestres (liebres y conejos) transmisores de la leishmaniasis para la vigilancia de esta enfermedad en la Comunidad de Madrid.
El contrato contempla este análisis para permitir conocer las preferencias alimentarias y la tasa de infección del flebotomo por 'Leishmania infantum', así como el grado de parasitación por este tripanosomátido de las liebres y conejos.
Para ello, se utilizarán técnicas dotadas de gran sensibilidad y especificidad, como es la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) en material biológico para la detección de ADN de Leishmania infantum y poder determinar el grado de parasitación de los lepóridos silvestres de nuestra región.
Conocer el grado de parasitación por 'Leishmania infantum' de los reservorios silvestres, así como las tasas de infección y las preferencias alimentarias del vector, ayudan a definir y orientar las actuaciones de control de esta enfermedad, según se señala en la memoria de la licitación.
El contagio a las personas se produce a través de la picadura del mosquito-flebótomo que se ha contagiado al picar previamente a un animal infectado. No se transmite por contacto directo de persona a persona o de animal a persona.
El vector implicado en la transmisión es el flebótomo, mosquito de reducido tamaño (2 a 3 mm de longitud), de color amarillo-pajizo y cuyo cuerpo, incluidas alas y extremidades, se encuentra cubierto de abundantes pelos.
Su período de actividad comprende los meses de mayo a octubre -en invierno los mosquitos-flebótomos permanecen en estado larvario y no pueden transmitir la enfermedad-, aunque puede variar en función de las condiciones climáticas.
La leishmaniasis cuenta principalmente con dos presentaciones clínicas, la visceral (también denominada kala-azar) con las presentaciones más graves y que afecta a varios órganos internos; y la cutánea, la forma más frecuente pero más leve.
En cuanto a los síntomas, la leishmaniasis cutánea se caracteriza por la presencia de una o más lesiones ulceradas en la piel que se desarrollan después de semanas o meses de la picadura. Generalmente son indoloras, pero pueden ser dolorosas cuando se infectan. Normalmente curan, incluso sin tratamiento, aunque pueden durar meses o años y dejar cicatrices.
En el caso de la forma visceral es la más grave y afecta a varios órganos internos, habitualmente el bazo, el hígado y la médula ósea. Generalmente los síntomas son fiebre y pérdida de peso, acompañados de un aumento del tamaño del hígado y el bazo. También pueden alterarse los análisis de sangre (anemia, entre otros).
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