En una trágica serie de eventos, la vida de una familia inocente se vio sacudida por un secuestro que conmocionó a la opinión pública en la Costa del Sol. La víctima, una niña de solo cinco años llamada Mélodie Nakachian, fue arrancada de los brazos de sus desesperados padres en un incidente que ha dejado a la comunidad en estado de shock. A medida que las autoridades lanzan una búsqueda desesperada por la seguridad de la pequeña Mélodie, la opinión pública se une para pedir justicia y esperanza en este caso conmovedor.
La lucha por la libertad: La historia de la rescate de la pequeña Mélodie Nakachian
La mañana del lunes 9 de noviembre de 1987 comenzaba como cualquier otra en la urbanización Atalaya Alta, de Estepona. Raymond, el hijo mayor de Nakachian, llevaba a su hija Mélodie y a su hermanastra al colegio. Pero en un momento, todo cambió.
Una furgoneta blanca bloqueó el paso del flamante BMW rojo de la familia Nakachian. De ella salieron cuatro encapuchados con escopetas, una pistola y un aerosol de gas. En unos pocos segundos, desaparecieron con la pequeña Mélodie dentro.
La búsqueda
Los secuestradores tardaron tres días en dar señales de vida. Para ese momento, ya había comenzado el espectáculo mediático: desde el primer momento, una media de cien periodistas hicieron guardia día y noche frente a la casa de los Nakachian.
La extorsión era clara: 13 millones de dólares en billetes de 50 euros. Y lo hacían saber a través de su portavoz, un hombre español con fuerte acento francés.
La familia, aconsejada por la policía, negoció y logró que los secuestradores les entregasen un mechón de la pequeña como prueba de vida.
La pista definitiva
Cuatro días después del secuestro, la policía seguía sin pistas nuevas. Fue entonces cuando el Ministerio del Interior envió a Estepona a un número uno de la policía española para tomar el control del caso.
Los investigadores levantaron toda la Costa del Sol, registraron pisos y fincas, interceptaron llamadas, detuvieron a tres británicos en una operación fallida y pusieron en marcha a la Interpol.
La pieza clave llegaría con la cartera que un hombre había perdido mientras hacía 'footing' y que un cura había entregado a la policía. En su interior, había una nota manuscrita en francés que recogía frases como la paciencia tiene un límite, es muy fácil raptar a un niño y matar a Melodie.
El rescate
Tras la pista de la nota en la cartera, la investigación avanzó hasta el punto de dar con el autor de aquel secuestro: Oscar, que pasó por tres pisos diferentes en aquellos días.
En uno de ellos se encontraba Melodie. Treinta geos volaron de un tiro la cerradura de ese piso, entraron hasta el dormitorio y encontraron a dos hombres, uno de ellos tumbado junto a Melodie con tres armas a su lado.
Al fin, Melodie estaba salvada. En un país que no estaba acostumbrado a los finales felices, la historia del rescate de Melodie causó una alegría sin igual.
La rueda de prensa fue una fiesta con vítores para la familia y para Melodie. Su liberación despertó la emoción de todos, incluso de los corazones más fríos de este país: se cuenta que, incluso, uno de los geos que la rescataron no pudo reprimir sus lágrimas al encontrarla sana y salva.
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