En un escenario cada vez más complejo y peligroso, la cibercriminalidad sigue en aumento, con un alarmante crecimiento del 13,5% en el último año. Esta tendencia ascendente pone de relieve la necesidad de reforzar la ciberresiliencia, como estrategia fundamental para enfrentar los desafíos que plantean las ciberamenazas. La creciente sofisticación de los ciberdelincuentes y la cada vez mayor dependencia de las tecnologías digitales en todos los ámbitos de la vida, hacen que sea imprescindible implementar medidas efectivas de seguridad informática para proteger los activos y la integridad de las organizaciones y particulares.
La cibercriminalidad aumenta un 13,5% con la mirada puesta en la ciberresiliencia
Las llamadas constantes o mensajes de SMS de personas desconocidas con enlaces sospechosos se han convertido en una parte de nuestra vida diaria. La cibercriminalidad ha aumentado un 13,5% en el primer trimestre de 2024, según el Balance Trimestral de Criminalidad del Ministerio del Interior. Esto supone un aumento del 20,2% del total de infracciones penales, con 122.428 casos relacionados con la cibercriminalidad.
Este aumento es un tema de gran preocupación, ya que las estafas informáticas han crecido un 509,1% en solo siete años, según los datos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Ante esta situación, las empresas ya no solo tratan de dificultar el acceso a sus datos, sino que también se plantean la posibilidad de cómo resistir y responder en caso de que el ataque acabe ocurriendo.
¿Qué es la ciberresiliencia?
La ciberresiliencia se define como la capacidad de un sistema u organización para resistir y/o recuperarse ante ciberataques. Esto significa que, en la actualidad, es prácticamente imposible mantener la seguridad al 100%, por lo que es necesario dar un paso más para saber cómo responder a un posible ciberataque.
Como afirma Francisco Valencia, director general de Seguridad & IT, no hay que limitarse a tratar de prevenir los ataques, sino que hay que estar preparados para responder, actuar y resistir en caso de que se produzcan.
La importancia de la regulación y la formación
Una de las cosas que se ha erigido como necesaria es la correcta regulación, una serie de normas aplicadas a la seguridad que ayuden a reducir el riesgo. La coherencia y homogeneidad en la respuesta a un incidente también son fundamentales.
Además, la formación gana importancia, ya que la demanda de profesionales en ciberseguridad supera a la oferta. La formación especializada es clave para ayudar a mejorar los sistemas de detección de amenazas y resistir a los ciberataques.
Tendencias de la ciberseguridad en 2024
La ciberseguridad no es algo estático, sino que evoluciona junto a la innovación tecnológica. Las amenazas se presentan cada vez de forma distinta, por lo que hay que saber adaptarse a cualquier cosa si se quiere prevenir o responder de manera adecuada.
Según las previsiones de Kaspersky, empresa de servicios y soluciones de ciberseguridad, para 2024 las ciberamenazas iban a ser impulsadas por la inteligencia artificial. Sin embargo, estos sistemas también pueden ayudar a mejorar los sistemas de detección de amenazas.
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