La preocupante noticia que sacude a Europa revela que más de 51.000 menores no acompañados han sido registrados como desaparecidos en toda la región. Esta desoladora cifra pone de manifiesto la vulnerabilidad a la que se enfrentan estos niños y niñas que han llegado solos a un continente desconocido en busca de protección y oportunidades. La incertidumbre y el miedo se apoderan de sus vidas al no tener noticias de su paradero, lo que representa un grave desafío para las autoridades y organizaciones encargadas de su cuidado. Es imperativo redoblar los esfuerzos para garantizar la seguridad y el bienestar de estos menores vulnerables.
Más de 51.433 menores desaparecidos en Europa tras salir de centros de protección
Un total de 51.433 niños y adolescentes no acompañados constan como desaparecidos en toda Europa después de haber estado tutelados por las autoridades públicas, revela una investigación realizada por la red internacional de periodistas Lost in Europe.
Según la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) en Alemania, todavía constan como desaparecidos 2.005 menores, con cifras alarmantes en Berlín y Brandeburgo. Estas cifras se han duplicado desde la última recopilación de datos en 2021, cuando la cifra en Europa ascendía a 18.292 y en Alemania a 792.
El análisis a escala europea muestra diferencias significativas en las estadísticas nacionales, donde algunos países como Italia y Austria tienen cifras especialmente altas de menores desaparecidos, mientras que otros como España y Grecia no recopilan información sobre menas.
Preocupación por la desaparición de menores refugiados no acompañados en Europa
La comisaria europea del Interior responsable de Migración, Ylva Johansson, ha destacado que los menores refugiados no acompañados se convierten en víctimas de traficantes de seres humanos en la UE. Esta situación refleja un sistema migratorio roto y preocupante.
En Alemania, las autoridades carecen en parte de información sobre el paradero de jóvenes refugiados, lo que genera incertidumbre sobre su situación. La sobrecarga en las estructuras de acogida y distribución de menas contribuye a la vulnerabilidad de estos jóvenes, quienes pueden caer en manos de organizaciones criminales y sufrir abusos.
Es urgente proteger a los menores no acompañados y mejorar los sistemas de acogida y seguimiento para prevenir la desaparición de estos jóvenes vulnerables en Europa.
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