Los ciberdelincuentes pueden clonar nuestras tarjetas de crédito o débito sin que nos demos cuenta
La tarjeta de crédito, ese trozo de plástico que los expertos financieros solo recomiendan usar para financiar compras de manera excepcional y aplazar pagos con vencimiento a fin de mes, se está convirtiendo en un arma de doble filo para los hogares españoles.
A nadie se le escapa que los elevados niveles de inflación registrados en los últimos años y la subida de los tipos de interés, que ha afectado de forma notable a los propietarios que tienen contratada una hipoteca variable, ha provocado una importante merma en la renta disponible de las familias.
El uso de la tarjeta de crédito para abonar la cuota hipotecaria
Según un estudio reciente realizado por Agencia Negociadora, hasta un 16% de propietarios paga ya con tarjeta de crédito su cuota de la hipoteca. Sin embargo, este uso de la tarjeta de crédito puede tener consecuencias peligrosas para las finanzas personales.
El pago de la cuota se acumula en el crédito de la tarjeta, que, a su vez se aplaza, convirtiendo un préstamo a bajo interés y largo plazo en uno de altísimo interés y corto plazo. Así lo explica la Agencia Negociadora.
La trampa del interés
Según cálculos del comparador y asesor hipotecario iAhorro, los hipotecados que firmaron su hipoteca variable cuando el Euríbor se situaba en negativo, las cuotas se han disparado, pagando hasta 8.000 euros más en los últimos dos años.
Intereses superiores al 20%. Desde el comparador financiero HelpMyCash, Miquel Riera, experto en hipotecas, asegura que el interés aplicado por devolver el saldo dispuesto de una tarjeta de crédito en cuotas mensuales suele superar el 20% frente al aproximadamente 4% de interés que pagaríamos abonando la hipoteca de la forma habitual.
La salida al sobreendeudamiento
El estudio de la Agencia Negociadora no incluye solo esta mala noticia. También asegura que las tarjetas de crédito están siendo utilizadas cada vez más por los hogares para financiar gastos corrientes del día a día (cesta de la compra, combustible.), recibos de suministros (agua, luz, internet.) o bienes de consumo (lavadora, televisión, móvil.).
La mejor opción para estos hogares es la agrupación de deudas, método con el que puedes reducir hasta en un 80% lo que tienes que pagar al mes. Estas operaciones permiten reducir de manera sustancial la carga financiera mensual, concentrando en un solo pago el conjunto de los diferentes recibos que se pagan mensualmente, concluye.
Deja una respuesta