La tensión entre Rusia y Estados Unidos alcanza un nuevo nivel luego de que el gobierno ruso se mofara públicamente de su contraparte estadounidense, calificando la reciente incautación de sus activos como un robo vulgar. Esta declaración desafiante por parte de las autoridades rusas ha generado una escalada en el conflicto diplomático entre ambas naciones, exacerbando las ya frágiles relaciones bilaterales. El tono despectivo empleado por Rusia al referirse a la acción tomada por Estados Unidos ha sorprendido a la comunidad internacional, que observa con preocupación cómo la retórica beligerante entre ambas potencias continúa en aumento. La reacción airada de Rusia ante lo que considera una afrenta por parte de Estados Unidos evidencia la profunda división que persiste entre ambos países, poniendo de manifiesto la urgente necesidad de buscar vías de diálogo y entendimiento para evitar una escalada aún mayor en esta crisis diplomática.
Rusia califica de vulgar robo la incautación de activos por parte de Estados Unidos
La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajarova, ha descrito este domingo como un vulgar robo la autorización concedida este sábado por la Cámara de Representantes de Estados Unidos a la Casa Blanca para incautarse de aproximadamente 6.000 millones de euros en activos rusos congelados en el país. Esta prerrogativa forma parte del macropaquete de ayuda a Ucrania aprobado por la cámara baja del Congreso norteamericano.
Miles de millones de los activos de Rusia en el extranjero están congelados como parte de las sanciones contra Moscú por su invasión de Ucrania. La aprobación supone que la Administración Biden, una vez aprobado en el Senado y firmado por el presidente, podrá obtener ese dinero para desviarlo a un fondo especial para Ucrania.
Para Zajarova, esta posible incautación es síntoma de que las élites gobernantes de Estados Unidos están dispuestas a bombear con armas al régimen ucraniano para que sigan perpetrando ataques terroristas sobre objetivos civiles, recurriendo incluso al vulgar robo de activos rusos.
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Zajarova considera que la disensión interna exhibida por los representantes estadounidenses sobre la ayuda a Ucrania da a entender que la Casa Blanca ya no confía en este mito de la victoria del régimen de Kiev. Su estrategia consiste en que las Fuerzas Armadas de Ucrania sigan aguantando hasta las elecciones presidenciales de noviembre, prolongando así la agonía del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, y de todo su séquito.
La portavoz se declara convencida de que Estados Unidos, como parte del conflicto en Ucrania, acabará recibiendo un revés incondicional de la población, hastiada con su inmersión cada vez mayor en una guerra híbrida contra Rusia. Al respecto, el embajador adjunto de Rusia ante Naciones Unidas, Dimitri Polianski, ha afirmado que la derrota de Ucrania es inevitable.
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