La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha emitido una alerta de nivel naranja y amarillo en gran parte de España ante la llegada de la borrasca Nelson, que amenaza con fuertes lluvias y vientos intensos en numerosas regiones del país. Según los pronósticos, se esperan precipitaciones abundantes y persistentes, así como rachas de viento que podrían superar los 100 km/h en algunas zonas. Esta situación meteorológica adversa ha llevado a activar los protocolos de emergencia en diversas comunidades autónomas, con el objetivo de prevenir posibles daños y garantizar la seguridad de la población. Ante este escenario, se recomienda a la ciudadanía estar atenta a las informaciones de la Aemet y seguir las indicaciones de las autoridades locales para minimizar los riesgos derivados de la borrasca Nelson.
La borrasca Nelson pone en alerta a España por cambio climático
Los inviernos son cada vez más cortos y cálidos. El cambio climático es tan evidente que ya son una minoría quienes lo niegan. Una forma, de tantas, de constatarlo es la progresiva disminución de la cantidad de nieve que cada invierno cubre las montañas. Este año, además, se ha hecho de rogar en España.
España enfrenta el descenso de la cantidad de nieve en invierno
Las últimas nevadas, aunque copiosas, no cambian la tendencia detectada por el Observatorio Pirenaico del Cambio Climático (OPCC), que habla de un descenso significativo del manto nival en los últimos años.
Impacto del cambio climático en la nieve de las montañas españolas
En el Pirineo Central y a 1.800 metros de altura, el espesor medio de la nieve podría disminuir a la mitad en el año 2050 según la referencia actual, mientras que el período de permanencia de la nieve en el suelo podría reducirse en más de un mes, reza uno de los últimos informes del OPCC.
Aumento de temperaturas y disminución de nieve: alerta climática en España
El informe Impactos y riesgos derivados del cambio climático en España recoge que el turismo relacionado con los deportes de invierno es el más afectado por la falta de nieve, situación que es previsible que se agrave incluso con escenarios climáticos más moderados. Además, el aumento de la temperatura media sube la altitud a la que el agua precipita en forma de nieve, impactando en las estaciones de esquí y en la reserva hídrica para periodos de estiaje y escasez hídrica.
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