La reciente noticia titulada La regularización de migrantes promueve mejores empleos, aumento del IRPF y es clave para la sostenibilidad de las pensiones ha generado gran interés en la opinión pública y en los círculos políticos. La regularización de migrantes no solo tiene un impacto positivo en la calidad de los empleos, al permitir que un mayor número de personas accedan al mercado laboral formal, sino que también se proyecta como un factor determinante en el incremento del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Asimismo, se destaca su relevancia en el ámbito de la sostenibilidad de las pensiones, al contribuir a fortalecer el sistema de seguridad social. Estos aspectos resaltan la importancia de abordar la regularización migratoria desde una perspectiva integral y con visión a largo plazo.
Regularización de migrantes: Impacto positivo en empleos, IRPF y pensiones
El Parlamento español debatirá si se entrega permiso de residencia y trabajo al medio millón de personas que se encuentra en el país de forma irregular. El pasado martes, el Congreso aprobó la toma en consideración de una iniciativa legislativa popular impulsada por más de 900 asociaciones. Aunque todavía es pronto para aventurar si la propuesta verá la luz, la literatura académica sugiere que las regularizaciones tienen efectos favorables sobre la economía.
Más concretamente, se cree que permiten a los migrantes acceder a empleos mejor retribuidos y con mejores condiciones, aumentan los ingresos por IRPF y cotizaciones sociales y, en el caso de España, pueden jugar un papel clave para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones. Quizá por eso tanto empresarios como sindicatos y los dos partidos en el Gobierno ven con buenos ojos una regularización.
Debate en el Parlamento español sobre regularización: ¿beneficios económicos?
En el plano económico, una de las consecuencias más directas de entregar papeles a estos migrantes es que se rescatarían empleos de la economía sumergida. Es decir, los trabajos que muchos de esos migrantes irregulares desempeñan ahora fuera de la ley, pasarían a estar en la economía formal. Esto implicaría que estas personas empezarían a pagar IRPF o a cotizar para la Seguridad Social y, por tanto, tendrían derecho a cobrar prestaciones contributivas como el paro o una pensión de jubilación.
Un estudio elaborado por Gonzalo Fanjul y Ismael Gálvez-Iniesta estima que en España hay unos 300.000 migrantes extracomunitarios trabajando en la economía sumergida, distribuidos en diferentes sectores. Otro impacto positivo es que estas personas podrían transitar hacia empleos con mejores condiciones y mayor remuneración, como se observó tras la regularización de 2004.
Regularización de medio millón de inmigrantes: clave para sostenibilidad económica
Las regularizaciones también tienen efectos demostrados para las finanzas del Estado. Se estima que por cada persona regularizada se podría obtener una aportación fiscal neta a las arcas públicas. Además, la contribución de la migración es fundamental para garantizar la sostenibilidad de las pensiones públicas en España, siendo la migración la única fuente de crecimiento demográfico en los próximos años.
20 años sin regularizaciones masivas en España ponen en contexto la importancia de este debate en el Parlamento español. Se estima que entre 390.000 y 470.000 personas podrían beneficiarse de esta regularización, siendo la mayoría de América Central y América del Sur y con un gran potencial laboral.
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