El telescopio Webb logra capturar la imagen más lejana y primitiva de la fusión de agujeros negros conocida hasta la fecha

En un logro científico sin precedentes, el Telescopio Espacial James Webb ha logrado capturar la imagen más lejana y primitiva de la fusión de agujeros negros conocida hasta la fecha. Esta impresionante hazaña marca un hito en la exploración del universo, permitiendo a los científicos estudiar fenómenos cósmicos en una escala sin precedentes. La imagen capturada muestra la fusión de dos agujeros negros supermasivos que se produjo hace unos 13 mil millones de años, cuando el universo tenía solo un 20% de su edad actual. Esta descubrimiento revoluciona nuestra comprensión del universo primitivo y nos permite vislumbrar el misterioso proceso de formación de agujeros negros en el universo temprano.

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James Webb captura imagen más lejana de la fusión de agujeros negros

El telescopio espacial James Webb ha logrado capturar la imagen más lejana y primitiva jamás obtenida de la fusión de dos agujeros negros en el universo primitivo. Esta detección, realizada por un equipo internacional de astrónomos, ha sido posible gracias a las cámaras del James Webb, construido por la NASA, la agencia espacial europea (ESA) y la agencia canadiense (CSA).

La observación muestra la fusión de dos galaxias y sus enormes agujeros negros cuando el universo solo tenía 740 millones de años. Esta detección ayudará a los astrónomos a comprender cómo fue el origen y evolución de estos objetos en el universo primitivo.

Los agujeros negros masivos

Los agujeros negros masivos

La mayoría de las galaxias masivas, incluida la Vía Láctea, tienen en su interior un agujero negro supermasivo con una masa millones de veces superior a la del Sol. Se cree que estos agujeros negros han tenido un gran impacto en la evolución de las galaxias en las que residen, pero los científicos aún no comprenden bien cómo llegaron a ser tan masivos.

Encontrar agujeros negros gigantescos ya en los primeros mil millones de años tras el Big Bang indica que ese crecimiento debió producirse muy rápidamente y muy pronto.

La observación del Webb

Las nuevas observaciones del Webb han aportado pruebas de una fusión en curso de dos galaxias y sus enormes agujeros negros cuando el Universo tenía solo 740 millones de años. El sistema se conoce como ZS7.

Los agujeros negros masivos que acumulan materia de forma activa presentan características espectrográficas distintivas que permiten a los astrónomos identificarlos. En el caso de las galaxias muy lejanas, como las de este estudio, solo pueden observarse con Webb.

Encontramos evidencias de gas muy denso con movimientos rápidos en las proximidades del agujero negro, así como gas caliente y altamente ionizado iluminado por la radiación energética que suelen producir los agujeros negros en sus episodios de acreción, explica la autora principal, Hannah Übler, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido).

La fusión de agujeros negros

El equipo descubrió que uno de los dos agujeros negros tiene una masa 50 millones de veces superior a la del Sol. Es probable que la masa del otro agujero negro sea similar, aunque es mucho más difícil de medir porque este segundo agujero negro está enterrado en gas denso.

Nuestros hallazgos sugieren que la fusión es una vía importante a través de la cual los agujeros negros pueden crecer rápidamente, incluso en el amanecer cósmico, y que los agujeros negros masivos han estado dando forma a la evolución de las galaxias desde el principio de los tiempos, sugiere Übler.

Ondas gravitacionales

El estudio recuerda que cuando los dos agujeros negros se fusionen, generarán ondas gravitacionales que se podrán detectar con la próxima generación de observatorios de estas ondas. Por ejemplo, la misión LISA (Laser Interferometer Space Antenna), recientemente aprobada por la ESA y que será el primer observatorio espacial dedicado al estudio de las ondas gravitacionales.

Los resultados de Webb nos dicen que los sistemas más ligeros detectables por LISA deberían ser mucho más frecuentes de lo que se suponía, compartió la científica principal del proyecto LISA, Nora Luetzgendorf, de la Agencia Espacial Europea en los Países Bajos. Lo más probable es que nos haga ajustar nuestros modelos para los índices de LISA en este rango de masas. Esto es solo la punta del iceberg.

José Manuel Pérez

Soy José Manuel, un experto en temas de actualidad nacional española y colaborador del Diario Online, un periódico independiente que se caracteriza por ofrecer información veraz y objetiva. Mi pasión por el periodismo me impulsa a investigar a fondo cada noticia para brindar a nuestros lectores contenido relevante y de calidad. Con mi experiencia y conocimientos, me esfuerzo por contribuir al debate público y mantener informada a nuestra audiencia sobre los acontecimientos más importantes en España. ¡Sígueme para estar al tanto de toda la actualidad!

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