El sudor excesivo, también conocido como hiperhidrosis, es un fenómeno que puede revelar más de lo que imaginamos sobre nuestra salud. La transpiración abundante no solo puede ser incómoda a nivel social, sino que también podría ser un indicio de posibles enfermedades subyacentes o desequilibrios en el organismo. Es importante prestar atención a este síntoma, ya que podría estar relacionado con condiciones médicas serias que requieren diagnóstico y tratamiento especializado. Desde problemas endocrinos hasta trastornos metabólicos, el sudor excesivo podría ser un signo temprano de alerta que no debe pasarse por alto. Por lo tanto, es fundamental consultar con un profesional de la salud si se experimenta sudoración excesiva de forma persistente o sin razón aparente.
Descubre las enfermedades que podrían ocultarse detrás del sudor excesivo
Sudar es una reacción natural del cuerpo para regular la temperatura. Transpirar de manera abundante puede ser 'normal' mientras se practica un ejercicio intenso, atravesamos un momento de ansiedad o estrés especialmente peliagudo, o tenemos fiebre, puesto que es la manera en la que nuestro cuerpo 'se defiende' para controlar que no suba en exceso nuestra temperatura.
Sin embargo, cuando no tenemos una 'excusa' concreta y puntual que justifique una hiperhidrosis (transpiración excesiva) podría esconder un trastorno de la tiroides o del sistema nervioso o una bajada de azúcar en sangre preocupante. En el lado opuesto, sudar demasiado poco (anhidrosis) es una situación francamente grave con riesgo de comprometer incluso la vida, al no evitar un sobrecalentamiento corporal.
Existen un llamativo vínculo entre la temperatura corporal y síntomas depresivos, según un estudio. La doctora Beatriz Castro, dermatóloga y miembro de Doctoralia, nos explica cuáles son las causas de desequilibrio en la transpiración, y qué pueden estar ocultando.
La relación entre el sudor y problemas de salud: lo que debes saber
La transpiración cumple una función primordial en el organismo, que consiste en la regulación de la temperatura, algo imprescindible para la vida. Aparte de esta misión básica, a través del sudor también se excreta un pequeño porcentaje de sales y, en ocasiones, también determinados tóxicos y fármacos, explica la dermatóloga.
Dentro de que se trata de un proceso absolutamente natural y necesario, existen diferencias entre las personas en cuanto a la cantidad de transpiración. ¿A qué se debe esta circunstancia? La doctora Beatriz Castro dice que la regulación del sudor se produce a través de las terminaciones nerviosas sobre las glándulas sudoríparas. La predisposición genética, algunas enfermedades (por ejemplo alteraciones tiroideas), la influencia hormonal y algunos medicamentos puede favorecer un aumento de la sudoración.
¿Qué revela tu sudor? Posibles enfermedades y trastornos que podría indicar
En este punto, existen ciertas dificultades para que cada ciudadano sepa qué se considera una sudoración 'normal', más aún cuando depende de las circunstancias genéticas de cada uno. Existen pruebas muy fiables que permiten medir si la cantidad de sudor es excesiva o no, y que podemos solicitar a nuestro médico si sospechamos que podríamos estar en ese grupo de población. Pero a grandes rasgos, y como explica la experta, la sudoración será excesiva en el momento en que sintamos que interfiere en nuestra calidad de vida.
El verdadero problema, en cualquier caso, es la ausencia de transpiración, que sí reviste gravedad en cuanto a que pone en riesgo la vida. Por lo que respecta a un exceso, que podría ocultar un trastorno relacionado con el tiroides, es el médico quien debe averiguar la verdadera causa.
Como resumen, la doctora explica que un aumento repentino de la sudoración puede estar causado por alteraciones hormonales o de otra índole. Por ejemplo, en los linfomas es frecuente la sudoración nocturna repentina. También algunos fármacos pueden producir este efecto.
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