La tranquilidad de la localidad se vio bruscamente interrumpida por un acto de violencia sin precedentes, según informes recientes. Sancho se enfadó y clavó un cuchillo en la cara de Arrieta, dejando consternada a la comunidad entera. Este lamentable incidente ha generado un profundo impacto en la sociedad, despertando el miedo y la preocupación entre los habitantes. Las autoridades locales han iniciado una investigación exhaustiva para esclarecer los motivos detrás de este violento suceso y garantizar la justicia para la víctima. Los vecinos, consternados por lo ocurrido, claman por un ambiente de paz y armonía, instando a que hechos como este no vuelvan a repetirse en nuestra comunidad.
Confesión de Daniel Sancho sobre el brutal asesinato de Edwin Arrieta
El juicio contra Daniel Sancho por asesinato premeditado continúa con detalles escalofriantes. Durante las declaraciones del joven ante la Policía tailandesa, confesó haber clavado un cuchillo en la cara de Arrieta durante el crimen. En un testimonio estremecedor, Sancho relató partes truculentas del presunto crimen.
Sancho admitió haber golpeado a Arrieta contra el lavabo, pero negó haberlo apuñalado antes de su muerte. Sin embargo, reconoció que al descuartizarlo, el cuchillo no estaba lo suficientemente afilado y terminó clavándoselo en la cara. Además, reveló no recordar en cuántos trozos desmembró el cuerpo de Arrieta, a pesar de haber dibujado 17 cortes en declaraciones posteriores al arresto.
Los forenses confirmaron los golpes en el cráneo de Arrieta, indicando que fueron realizados con violencia antes de su muerte. Durante el juicio, se destacó la brutalidad de los daños, compatibles con una pelea, según la versión de Sancho.
En el juicio, se esperan testimonios impactantes, como los mensajes de dos amigas de Arrieta el día de su presunto asesinato. La familia del fallecido solicitará una indemnización significativa por la trágica pérdida.
El abogado de la familia Arrieta testificará en nombre de la familia, mientras que la defensa de Sancho presentará alrededor de 25 testigos, incluidos el propio acusado y su padre, Rodolfo Sancho.
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