El suceso ocurrido en el sur de Irán ha conmocionado a nivel internacional, donde veinte personas perdieron la vida en dos ataques a bases de la Guardia Revolucionaria. Estos actos violentos han generado preocupación en la región, poniendo de manifiesto la vulnerabilidad de las instalaciones militares ante posibles agresiones. Las autoridades iraníes han condenado enérgicamente estos ataques terroristas que han cobrado la vida de varios miembros de la Guardia Revolucionaria. La comunidad internacional ha expresado su solidaridad y apoyo al gobierno iraní en estos momentos de dolor y crisis, instando a la cooperación y el diálogo como vías para prevenir futuros actos de violencia y terrorismo en la región.
Ataque a bases de la Guardia Revolucionaria en Irán deja muertos
Al menos 20 personas, entre ellas cinco efectivos de las fuerzas de seguridad, han fallecido este jueves en dos ataques llevados a cabo en cuarteles de la Guardia Revolucionaria en la conflictiva provincia de Sistán Baluchistán, al sur de Irán. Los choques iniciaron a última hora del miércoles, cuando un grupo de hombres armados irrumpió en las instalaciones policiales de las ciudades de Rask y Chabahar, según ha informado la agencia estatal IRNA.
Personas fallecidas en violentos ataques a la Guardia Revolucionaria en Irán
En los enfrentamientos perdieron la vida tres policías y dos guardias revolucionarios, según ha explicado el comandante de las Fuerzas Terrestres de la Guardia Revolucionaria, Mohamed Pakpour. Además, indicó que 15 atacantes murieron en los ataques. A pesar de que no se ha confirmado si los choques han cesado, el viceministro del Interior señaló al grupo Yeish al Adl como responsable de los ataques, organización que Teherán considera terrorista.
La región de Sistán y Baluchistán cuenta con una población mayoritariamente suní, donde operan grupos extremistas del islam contrarios al Gobierno chií de Teherán, así como bandas de contrabandistas y narcotraficantes. Uno de ellos es Yeish al Adl, que busca la independencia de la provincia de Sistán Baluchistán y actúa en la porosa frontera entre Irán y Pakistán. Entre otros atentados, reivindicó la autoría del ataque en el que murieron 11 policías en la ciudad iraní de Rask en diciembre.
A finales de enero, Irán lanzó ataques con misiles y drones contra posiciones de Yeish al Adl en territorio de Pakistán, lo que generó tensiones diplomáticas entre los dos países. En los últimos meses se han incrementado los ataques de grupos insurgentes que Teherán considera terroristas en esta provincia, especialmente en las zonas fronterizas con Pakistán.
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