En un informe reciente, Cáritas lanza una alarmante advertencia sobre la creciente figura del trabajador pobre en nuestro país. Según los datos recopilados por la organización, uno de cada cuatro personas atendidas cuenta con un empleo, lo que pone en evidencia la precariedad laboral y la pobreza que afecta a una gran parte de la población. Esta situación es aún más inquietante si se tiene en cuenta que, a pesar de tener un trabajo, estas personas no logran salir de la indigencia. Esta tendencia preocupante ha llevado a Cáritas a alertar sobre la necesidad de abordar este problema de manera urgente.
La precariedad laboral crece: Uno de cada cuatro trabajadores en Cataluña vive en la pobreza
Según un informe presentado por Càritas Catalunya, el 24% de las personas atendidas por la entidad tienen un trabajo precario que no les permite cubrir sus necesidades básicas. Esta situación ha llevado a que la figura del trabajador pobre crezca, con índices elevados de inestabilidad y trabajos parciales y salarios muy bajos.
El director de Càritas Diocesana de Lleida, Rafael Allepuz, ha advertido sobre la polarización social, donde hay personas que cada vez tienen y quieren más, mientras que otras tienen y tendrán menos. Además, el presidente de Càritas Catalunya, Francesc Roig, ha destacado la poca eficacia del sistema de prestaciones sociales.
La situación del mercado laboral en Cataluña
Según el informe, la tasa de paro se situó en el 9,1% de media en Cataluña en 2023, con más de 350.000 personas desocupadas. De estas, el 36% hace años que no trabajan, es decir, se encuentran en situación de paro de larga duración (140.000).
Además, el informe destaca que el 49% de las personas atendidas por la entidad está en el paro, mientras que el 24% tiene trabajo. Esto ha llevado a que Càritas advierta sobre la exclusión del mercado laboral, que afecta especialmente a personas mayores de 50 años, y sobre la explotación laboral, mayoritaria en la economía sumergida.
Desde Càritas han advertido que las desigualdades y la exclusión económica y social tienen un precio, que es la polarización social y los conflictos económicos y sociales. La entidad pide a los responsables políticos planos de ocupación y formaciones flexibles que permitan regularizar la situación de las personas que ahora no tienen permiso de trabajo, hecho que les aboca a trabajos indecentes, y más personal a la administración para reducir los tiempos de espera en los trámites.
Càritas también pide a los responsables políticos que cumplan las leyes aprobadas y velen porque así se haga, como la ley del 2017 de contratos del sector público. Alba Coma, representante de las diez empresas de inserción social de Càritas Catalunya, se ha quejado de que no todas las administraciones están cumpliendo la reserva de mercado para contratar empresas de economía e inserción social, que esta ley establece.
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