En una muestra de conciencia ambiental y llamado a la acción, activistas han protagonizado una impactante manifestación en Barcelona bajo el lema cerrar el grifo dirigido a sectores no esenciales en medio de una preocupante sequía. Este acto reivindicativo busca poner de relieve la urgencia de adoptar medidas concretas para preservar el recurso hídrico en la región, instando a la sociedad a reflexionar sobre el uso responsable del agua. La demanda de los activistas se fundamenta en la necesidad imperiosa de sensibilizar a la población y a las autoridades sobre la importancia de la sostenibilidad y la protección del medio ambiente en un contexto de cambio climático. La manifestación ha despertado el interés y la preocupación de la ciudadanía, evidenciando la relevancia de esta problemática en la agenda pública.
Activistas exigen cerrar el grifo a sectores no esenciales en Barcelona
Activistas de la campaña 'D'on no n'hi ha, no en raja' han llevado a cabo una acción reivindicativa en Barcelona, en la cual modificaron el mensaje del Govern sobre restricciones de agua para exigir el cierre del grifo a sectores económicos no esenciales durante la sequía.
En esta acción, los activistas han señalado las contradicciones en la aplicación de las restricciones y han puesto de manifiesto las responsabilidades políticas en la promoción del turismo y la industria cárnica en tiempos de sequía, según el comunicado de Aigua és Vida.
Los activistas han criticado que el sector turístico no tenga restricciones específicas, a pesar de que se haya reducido el caudal de ríos como el Ter, el Llobregat y el Muga con la entrada en el estado de emergencia. Se ha señalado que el Govern permite a los hoteleros llenar piscinas con desalinizadoras privadas, lo cual estaba inicialmente prohibido.
El Govern se muestra cauteloso ante la sequía y descarta relajar las restricciones a pesar del aumento de las reservas de agua. Los activistas han lamentado las propuestas de trasvase de diferentes sectores económicos, considerando que no son la solución. Han denunciado que la industria porcina contamina el 50% de los acuíferos y han destacado la sobreexplotación de los ríos y acuíferos, agravada por la sequía.
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